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Con la versión 2022 de ‘Semillas de Vida’, 1.650 campesinos del Atlántico tienen seguridad alimentaria y están generando ingresos

La Gobernación del Atlántico viene implementando desde el 2020 el programa ‘Semillas de Vida’. Durante sus tres versiones, ha logrado un impacto económico superior a los 22 mil millones de pesos, llegando a 7.103 beneficiarios de los 22 municipios del departamento. En su versión 2022, contamos con la Fundación Santo Domingo como aliado ejecutor.

Los kits entregados en estos tres años han incluido semillas maíz (híbrido 5), papaya, melón, ahuyama, fríjol cabeza negra, fertilizante, herbicida e insecticida, además de una asistencia técnica permanente que les ha permitido a los productores contar con las herramientas necesarias para poder lograr una mejor cosecha.

“Como parte de la gran estrategia de reactivación económica ‘El Campo a Toda Marcha’, que implementamos en la Gobernación para hacerle frente a los efectos del Covid-19 en 2020, creamos el programa ‘Semillas de Vida’, cuyo objetivo principal es el de garantizar la seguridad alimentaria de los pequeños productores rurales de nuestro departamento, a través de la entrega de insumos agrícolas. En 2020, fueron 2.253 kits entregados; en 2021, llegamos a 3.200 personas y, en su versión 2022, beneficiamos a 1.650. Todo esto ha permitido que podamos tener un impacto económico de más de 22 mil millones de pesos y contar con aliados claves durante el proceso, emprendiendo acciones permanentes de asistencia técnica para que los agricultores no se sientan solos en el proceso de siembra y cosecha”, destacó la gobernadora, Elsa Noguera.

El programa contó con una innovación en su versión 3.0, se trató de la formación técnica para 120 pequeños productores y las 22 Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata), con el apoyo del Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), el cual busca promover cultivos sostenibles, rentables, competitivos y que permitan obtener alimentos de alta calidad para el consumo de las familias colombianas.

Algunos de los temas de las formaciones a las Umatas y productores, entre mayo y octubre, tuvieron que ver con buenas prácticas agrícolas y de manufactura, y su importancia como sistema de calidad de los alimentos, implementación de técnicas agronómicas para la conservación de recursos naturales, fertilidad del suelo y preparación de diferentes bio-insumos, asociatividad y desarrollo rural, capacidad productiva y financiera, comercialización, mercados y enfoque en fortalecimiento comercial, entre otros.

Para el secretario de Desarrollo Económico, Luis Humberto Martínez, gracias a este programa se ha podido llegar a miles de atlanticenses y contribuir así con su seguridad alimentaria y generación de ingresos rápidos y proveerles herramientas para su ampliación comercial. “Con la participación de la Fundación Santo Domingo en esta nueva versión de ‘Semillas de Vida’, logramos vincular al Ciat y, gracias a esto, y la capacidad de la Fundación se pudo contar con espacios de formación que van a permitir el acercamiento al mercado de productores o grupos de productores que cumplan con los requerimientos establecidos por los diferentes canales de comercialización o que estén interesados en conocer los requerimientos de los mismos, con el fin de adaptar su oferta y sistema organizacional para mejorar el acceso a los mercados”, resaltó el funcionario.

Para el director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, José Francisco Aguirre, ser parte de la versión 3.0. ha sido un gran logro para la Fundación. “Sin sector empresarial no hay inclusión social. La pobreza solamente se puede disminuir o erradicar teniendo capacidad productiva y visión empresarial que genere desarrollo, que aumente la cantidad de recursos que están en circulación en el mercado. Es por ello, que desde la Fundación trabajamos impulsando la investigación en pro de la seguridad alimentaria, protección de semillas y fortalecimiento de las capacidades productivas de los campesinos de departamentos como el Atlántico”, aseguró Aguirre.

El Atlántico tiene unas condiciones geográficas favorables para el sector agro y tiene potencial para desarrollarse como un clúster de agricultura, y esto será posible gracias al fortaleciendo el campo. Programas como ‘Semillas de Vida’ impulsa las dinámicas productivas, la capacidad agrícola del departamento y fomenta el trabajo colectivo en los municipios.

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