En esta actividad estuvieron presentes la Comisaría de Familia, Policía de Infancia y Adolescencia, y Centro de Convivencia Ciudadana. Este equipo interdisciplinario visitó el mercado público y demás establecimientos de comercio.
“Hay que evitar que los menores desarrollen cualquier tipo de actividad laboral, el trabajo no es competencia de los niños o adolescentes, ellos deben estar en sus labores cotidianas como estudiar, jugar y recrearse”, expresó Acosta.
En su mensaje a los comerciantes, explicó sobre las sanciones a las que se exponen al contratar menores de edad para desarrollar algún tipo de labor.
Existen excepciones para aquellos menores de 15 años hasta los 18 que pueden ejercer labores acordes a su edad, para ello deben presentar un permiso de la inspección de trabajo.
El intendente del grupo de Protección de la Policía de Infancia y Adolescencia de Baranoa, Ronald Ramos, hizo un llamado a nombre de la institucionalidad para evitar la deserción escolar porque esta es una de las razones que conllevan al inicio de trabajo informal.
“Cuando encontramos a niños en este tipo de situación, se le coloca a disposición del ICBF, zonal Baranoa para restablecer sus derechos; al empleador se le impone sanción como cierre del establecimiento o sanción monetaria y el padre o madre de familia, está expuesto a perder la custodia del menor”, informó el intendente Ramos.
La comerciante Josefina Barrios, vio con buenos ojos este tipo de iniciativas que calificó como excelente.
“Los niños no están para trabajar, para eso están sus padres, los menores están para estudiar y preparase para un futuro, como padres de familia debemos encausarlos y convertirlo en ciudadanos de bien”, expresó.
El trabajo infantil, que se conmemora todos los 12 de junio, es la utilización de niños para realizar actividades con fines económicos familiares o de otra índole que colocan en situación de riesgo su integridad física, afectando el normal desarrollo personal, emocional y los priva del pleno goce de sus derechos.