Uno de los temas que abordará el candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Liberal, Dolcey Torres, de ser elegido este próximo 13 de marzo en las elecciones para el legislativo es el de la Seguridad Alimentaria.
Al respecto, Torres indicó que “tener un plato de comida en la mesa tres veces al día es un privilegio que muchos de nosotros damos por sentado. Pero cuántas veces nos ponemos a pensar en todas las familias de este país y este departamento para quienes comer y darle de comer a sus hijos resulta una misión diaria y muchas veces imposible. Lamento tener que decirlo, pero en Colombia la comida se ha vuelto un lujo. Y ni qué decir en Barranquilla y el Atlántico”.
Así mismo, el candidato, con el número 106 por el Partido Liberal, agregó que resulta preocupante que, según el DANE, en el 2020 en Barranquilla el 46% de los hogares pasaron de comer tres veces a dos o solo una vez al día.
“De acuerdo con el PNUD, antes de la pandemia, en el Caribe había seis millones de personas en condición de pobreza, y durante la pandemia sumamos 820.000 nuevos pobres. Solo aquí en Atlántico viven casi el 10% de todos los pobres del país y en Barranquilla, la pobreza monetaria aumentó un 15%, la cifra más alta registrada en toda Colombia. De otro lado, FunDesarrollo señala que en el atlántico la cosa está más grave, porque es el 59% de los hogares los que no comen como deberían. Esto se traduce en hambre. La gente tiene hambre, y el hambre no tiene color ni ideología política”.
Pero ¿cómo se traduce la Seguridad Alimentaria según el candidato?
Dolcey Torres explicó que ese concepto “se refiere a la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan llevar una vida saludable y activa. Un asunto tan importante que nuestra propia Constitución Política establece la alimentación equilibrada como un derecho fundamental”.
¿Qué propone el candidato al respecto?
Yo propongo tres cosas: Un ingreso básico, inversión en programas de seguridad alimentaria y, lo más importante, darle oportunidades a la gente para que pueda estudiar, trabajar, y labrarse su propio futuro.
