El colombiano subió al del tercer lugar del podio, en el BMX racing de los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Con esta presea sumó dos medallas olímpicas luego de la obtenida en Río 2016.
Carlos Alberto Ramírez, el joven talento nacido el 12 de marzo de 1994, no pronuncia un conjuro para ganar medallas, se levanta cuando el sol lo hace y sale a entrenar convencido de sus sueños. Tampoco se cura de las heridas de los accidentes con pociones. Él, como paisa echado pa’ lante, soporta y supera las caídas con medicinas que le recetan los médicos de su familia.
Carlos se montó a una bicicleta por primera vez cuando tenía tres años, sus padres quisieron que él no estuviera en las calles sin un objetivo claro. Su apuesta tuvo un valioso resultado. Hoy en día Carlos Alberto Ramírez pasó de ser una de las revelaciones colombianas a una realidad.
Pareciera que esta disciplina hubiese nacido para Ramírez. Durante toda su vida este atleta ha escuchado el mismo conjuro: “Raiders ready. Watch the gate” y cuatro pitazos después, sale junto con siete hombres más con hambre de gloria, baja a la mayor velocidad que puede por unos 25 metros de pista, desde ocho metros de altura. La adrenalina se eleva a sus máximos niveles en una carrera de menos de un minuto.
Ramírez ha vivido en carne propia el auge de este deporte en Colombia, el comienzo del BMX como una competencia olímpica en Beijing 2008, y ha visto cómo otros gigantes de su país se han levantado en un podio de Londres y puesto su mano en el corazón para oír las notas del himno nacional.
Fue medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz-2014, escoltado por su compañero de equipo y rival en la pista Carlos Mario Oquendo. En los Panamericanos de Toronto estuvo cerca de la medalla, llegó tercero, pero una falta por pisar la colchoneta de protección en la primera curva, en la que se cayó Carlos Mario Oquendo, fue descalificado.
Y tras un gran Mundial en Medellín, en su casa, el viernes 19 de agosto de 2016 logró su más importante resultado, porque se subió al podio de los Juegos Olímpicos Río-2016, tomó el relevo de Carlos Mario Oquendo y más que revelación, confirmó que es uno de los mejores del mundo.
Carlos consiguió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro uno de los mayores logros de su carrera: el bronce en la prueba de fondo de BMX. El colombiano logró, en un foto finish, quedarse con el tercer puesto.
“Fue una dura medalla, con suspenso y que se luchó hasta el final. Sabía que podía hacer cosas buenas y había estado en una final de Copa Mundo. Estaba en muy buenas condiciones y debía darlo todo”, indicó Carlos al colgarse la presea de bronce.
Su cosecha de triunfos con la tricolor siguió durante el ciclo olímpico, en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017 se colgó la medalla de oro, en los Juegos suramericanos Cochabamba 2018 y este mismo junto con su compatriota Carlos Mario Oquendo ocuparon la segunda y tercera posición en el podio del BMX en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.
En los Juegos Panamericanos Lima 2019, Carlos Ramírez fue el tercer colombiano con cupo a la final del BMX en Lima. Ocupó la tercera casilla de su heat, en la competencia final el colombiano sufrió una caída que no le permitió cruzar la meta.
Con la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Ramírez, realizó su concentración junto con Mariana Pajón y Vincent Pelluard en la pista de BMX del Salitre en Bogotá. Actualmente ocupa la casilla número cuatro del ranking internacional y sus sensaciones para competir son las mejores, su experiencia y madurez en la pista lo posicionan como uno de los referentes para las justas olímpicas.
La hora cero llegó y al mismo tiempo no, la lluvia y una posible tormenta retrasaron lo inevitable, que el pequeño mago se colgará su segunda medalla olímpica de bronce. Para llegar al objetivo corrió con inteligencia, en las dos primeras carreras de la semifinal se ubicó en la cuarta posición de su serie, sin arriesgar y sin quitarle la vista al frances Romain Mahieu. En la tercera carrera el estadounidense Connor Fields se cayó y permitió que la carrera se abriera para que el colombiano entrara en la segunda posición.
Ramírez estaba en la final y estar dentro de los ocho mejores del mundo ya era un gran paso, pero él estaba dispuesto a todo, lesionado y con molestias no abandonó, su mente estaba enfocada en una medalla y así fue. El colombiano ingresó en la tercera posición con un tiempo de 40.572 segundos, colgándose su segundo metal bronce en unos Juegos Olímpicos.
