Italia, que
observa una desaceleración de la pandemia del coronavirus, piensa ya en su
recuperación con un plan sanitario, aunque el gobierno advierte que el retorno
a la normalidad no será de hoy para mañana.
Este país,
hasta ahora el más castigado del mundo por la epidemia, registró este domingo
el número de muertos más bajo en 24 horas (525) desde hace más de dos semanas.
El jefe de
Protección Civil, Angelo Borrelli, quien da todos los días el balance de
víctimas, anunció el viernes que Italia seguiría confinada hasta el 1 de mayo,
aunque precisó que la decisión correspondía exclusivamente al gobierno.
Cauteloso,
Borrelli mencionó el 16 de mayo como posible fecha de entrada en una «fase
2», sinónimo de «coexistencia con el virus», pero sólo «si
la evolución (de la pandemia) no cambia».
El ministro
de Salud expuso el domingo un plan estratégico en cinco puntos «para salir
gradualmente» de la pandemia, el cual preconiza el uso generalizado de
mascarillas, el distanciamiento social escrupuloso en los lugres de vida y de
trabajo» y un dispositivo de hospitales dedicados a la COVID-19, que quedarán
abiertos tras la crisis para impedir un posible retorno del virus.
El
gobierno prevé reforzar «las redes sanitarias locales» para que cada
enfermo identificado pueda ser objeto de pruebas de detección y del
tratamiento, así como tomar muestras de la población para determinar el número
exacto de contaminados.
El
gobierno considera también el uso de una aplicación en los teléfonos
inteligentes, basada en el modelo surcoreano, para ubicar los movimientos de
los enfermos diagnosticados en las 48 horas anteriores a la infección y
favorecer la telemedicina para, por ejemplo, vigilar a domicilio su frecuencia
cardíaca y su nivel de oxígeno en la sangre.
«Incluso cuando los casos de coronavirus caigan a cero, la vida no será la misma durante mucho tiempo», advirtió el presidente del Instituto Superior de Salud (ISS), Silvio Brusaferro.
Fuente: AFP