Luis Hernando Escobar, es un caleño, radicado en Barranquilla, que lleva 47 años dedicado al arte de convertir monedas antiguas en lujosos anillos, oficio que aprendió estando recluido en la cárcel.
Llegó hace 16 años al barrio las Malvinas, suroccidente de la capital del Atlántico, en donde vive al lado de su esposa y de su hija. A su sitio de trabajo, el cual está ubicado en pleno centro de la ciudad, carrera 45 con calle 37, llegan a diario decenas de personas a comprar sus productos y a observar la destreza con que los elabora.
En un día normal, «el señor de los anillos», como cariñosamente algunos lo llaman, se gana entre sesenta y setenta mil pesos. Sin embargo, hay ocasiones en que las ventas están tan pesadas que tiene que regresarse para su casa con los bolsillos pelaos, como él mismo dice.
«Ha sido una artesanía que le ha gustado mucho a los barranquilleros, este es un metal bueno, no se pela, no se oxida y es garantizado, mejor que muchos otros materiales que sufren deterioro. A este sitio han llegado personas para que les elabore anillos hasta de matrimonio». Señaló.
Actualmente, Luis Hernando Escobar, hace parte de varios programas de emprendimiento, liderados por la alcaldía de Barranquilla y la gobernación del Atlántico.
Durante los casi cinco años que permaneció recluido en la cárcel de Cali, a donde fue llevado por el delito de lesiones personales, «El señor de los anillos» jamás pensó que todo lo que había aprendido al interior del penal le iba a servir más tarde para el sostenimiento de su familia.
Texto y foto: Rubén Martínez Baca.
