La Gerencia de Capital Social de la Gobernación del Atlántico, realizó el festival de la bienestarina que busca incentivar el consumo de este complemento alimenticio en los adultos mayores de los Centros de Vida. La iniciativa tuvo el acompañamiento del ICBF.
En este espacio se dieron a conocer novedosas recetas creadas a partir de la utilización de la bienestarina con una variada degustación como coladas, refrescos, arepas, croquetas, natillas, arequipe, bolis, hayacas, deditos y galletas, recetas preparadas por los mismos adultos mayores.
La coordinadora del programa adulto mayor de la Gerencia de Capital Social de la Gobernación del Atlántico, María del Socorro Lara, dijo que la idea es que con la bienestarina, las personas mayores den un toque de creatividad en la preparación y puedan crear sus propias recetas.
“No queremos que el consumo de la bienestarina sea algo monótono, y por ello hemos apoyado esta iniciativa de crear sus propias recetas a base de este alimento”, manifestó Lara.
Según la funcionaria, son las personas mayores y los niños, quienes más requieren el consumo para asegurar su nutrición y mantener hábitos de vida saludable.
Este evento tuvo el acompañamiento de la gestora social de Usiacurí, Anabel Velásquez y un grupo de madres comunitarias de ese municipio.
Palmar de Varela, Luruaco, Baranoa, Usiacurí, Galapa, Ponedera, Tubará, fueron entre los municipios participantes en esta muestra.
La nutricionista del Centro de Desarrollo Infantil de Luruaco, Rosa Nacira Correa, resaltó las bondades nutricionales que contiene y con el que se pueden hacer exquisitas preparaciones.
“Los adultos mayores se benefician de este alimento y a la vez le sacan provecho a los sacos y empaques para hacer diferentes manualidades que son útiles en el hogar y contribuyen también con el medio ambiente”, expresó Correa.
Con los sacos elaboran delantales, bolsas para mercar, gorros, disfraces para niños y adultos, y decoraciones para el hogar.
PROPIEDADES DE LA BIENESTARINA
La bienestarina es un complemento alimenticio que a nivel nacional es distribuida por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) a la población vulnerable del país desde 1.976.
Puede ser consumida por aquellas personas que presentan bajo peso, tiene un alto valor nutricional, contiene vitaminas, proteínas y minerales con mezclas de cereales, es recomendable para las mujeres en etapa de lactancia y madres gestantes, en adultos mayores. Los niños la pueden consumir a partir de los siete meses de nacido.
Entre los municipios que tienen convenio con el ICBF para recibir este alimento son Galapa, Malambo, Soledad, Luruaco, Polonuevo, Sabanagrande, Usiacurí, Palmar de Varela y Santo Tomás, entre otros.
