El
juez segundo penal municipal de Barranquilla, Néstor Primera Ramírez, le dictó
medida de aseguramiento consistente en detención domiciliaria al coronel
retirado del Ejército Florentino Navia Salvador, tercer implicado en el intento
de soborno al contratista Emilio Tapia.
A diferencia de los otros dos procesados, el exembajador Fernando Marín
Valencia y el abogado Richard Harris, quienes en audiencia realizada en
mayo pasado se declararon culpables y también recibieron casa por cárcel, el
excoronel no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía.
El exmilitar deberá permanecer recluido en su apartamento de un conjunto
residencial en el norte de Barranquilla. La Fiscalía había pedido cárcel
por considerarlo un peligro para el testigo estrella del caso, Emilio Tapia.
El juez consideró que, a pesar de la inferencia razonable de la
participación de Ariza Salvador en el hecho, la medida que procedía no era
la más restrictiva sino la domiciliaria.
La Fiscalía sostiene que el excoronel fue hasta el apartamento de Tapia
en Barranquilla a entregarle un dinero enviado por Marín para que este no lo implicara
en un proceso por lavado de activos en el carrusel de la contratación en
Bogotá.