El concejal liberal señala que la intervención ha sido un fracaso.
Como un fracaso calificó el concejal Oscar David Galán el proceso de intervención de la empresa Electricaribe, que tres años después de iniciado no arroja luces sobre cuál será el futuro de la prestación del servicio para millones de habitantes de la Región Caribe, quienes están siendo sometidos a constantes apagones.
Galán Escalante, expresó su molestia con el tema, teniendo en cuenta que en cada rincón al que llega para dialogar con los ciudadanos la gente sienta su voz de protesta, ya que hay sectores en los que se suspende el servicio hasta por 10 horas.
Hizo un llamado al Gobierno Nacional para que atienda el clamor de la Región Caribe, en donde los ciudadanos pagan las más altas tarifas y asumen los costos de la improvisación que se experimenta en las entidades encargadas de plantear soluciones.
“Hay que cerrar ese capítulo, son casi tres años los que llevamos esperando que se nos muestre una hoja de ruta, no han definido el esquema porque ni la Superservicios, ni el Ministerio de Minas ni la agente especial interventora han podido hallar una fórmula para solucionar la crisis”, dijo Oscar David Galán, quien señaló que todos tenemos claro que se requieren recursos frescos para afrontar el problema.
El Congreso el año pasado debatió el tema, se entregaron todas las cifras sobre el diagnóstico y se hicieron propuesta que el Gobierno ha venido engavetando.
“Sanear Electricaribe para entregarla a un operador privado, convertirla en una empresa del Estado o de Economía Mixta o utilizar recursos del cargo por confiabilidad son algunas de las opciones que se han planteado, sin embargo, el tema no avanza”, dijo Galán Escalante.
Mientras esto ocurre en los últimos días se han venido registrando apagones que como en el pasado, cuando la empresa Electricaribe era manejada por Gas Natural Fenosa, son atribuidos a las brisas.
La Unión Nacional de Comerciantes Undeco, que agremia a los tenderos, manifestó que por los apagones cada negocio de tienda reporta pérdidas diarias en promedio de entre 200 mil y 500 mil pesos. La situación es desesperante.
