El precandidato presidencial propuso unidades élite contra el crimen, justicia rápida y trabajo conjunto para devolverle la seguridad a la capital del Atlántico.
La extorsión no puede ser la ley de los violentos, ni en Barranquilla ni en otro lugar de Colombia: Mauricio Lizcano.
“La extorsión y la violencia no pueden seguir marcando la vida diaria de los comerciantes y ciudadanos. La gente ya no aguanta más, y el Estado tiene que actuar con firmeza y soluciones reales”, afirmó Lizcano, al presentar un paquete de propuestas para enfrentar la inseguridad que golpea a Barranquilla.
Entre sus medidas, destacó la creación de unidades élite contra la extorsión y el crimen organizado, integradas por equipos especializados de la Policía y la Fiscalía, con apoyo de inteligencia artificial y canales digitales de denuncia, para golpear de raíz a las redes criminales que tienen azotadas a las familias barranquilleras.
Además, planteó una reforma a la justicia que permita procesar con mayor rapidez a los responsables de homicidios y extorsiones, reduciendo la impunidad y fortaleciendo la capacidad de respuesta del Estado.
Lizcano advirtió que la violencia y el aumento de la extorsión han puesto en jaque la tranquilidad de comerciantes y familias barranquilleras. Ante este panorama, hizo un llamado a la articulación entre las instituciones y la ciudadanía.
“La seguridad no puede ser un privilegio, debe ser un derecho garantizado. Con decisión política, justicia rápida y oportunidades económicas, Barranquilla puede recuperar la confianza y salir adelante”, precisó.